Dos huevos con chorizo, ¡Por favor!

El día se acercaba y la previsión meteorológica no dejaba lugar a dudas, probabilidad de lluvia 100%, vamos que era posible que lloviera, pero ni aún así la manada de jabalíes decrecía, y día tras día aumento hasta que alcanzado el día ,  domingo 26 de Noviembre, nos encontramos a las 7:30 en el lugar de siempre 10 especímenes de una especie difícil de catalogar.

Por delante teníamos dos montañas, un perfil con dos huevos, ascender, descender, primer huevo, peña Puerta, un sitio que debe ser alto para tener el mayor salto de agua de La Rioja, luego tendríamos el segundo huevo, otra subida con su bajada, peña Bajenza donde las vistas del valle del Iregua intentarían menguar las ansias de estrangulamiento hacia el organizador, y por fin, algo tendido y largo, el chorizo, un paseo largo y llano por el Iregua.

A las 8:00 ya estábamos en el punto de partida, la plaza de Viguera, y con las campanas que llamaban a misa nosotros nos despediamos del coche.
La cosa pintaba bien, una bajadita que fue breve y enseguida la ruta nos mostro hacia donde íbamos, una subida y luego otra mas dura que la anterior, mirábamos al cielo implorando lluvia ahora que aun estábamos cerca de darnos la vuelta, por que los 200m de subida del organizador mas bien parecían 200emes de otra cosa. Cuando al final abandonamos la pista amplia, e iniciamos la subida por el sendero vimos que siempre que las cosas que están mal siempre se pueden poner peor, así 2Km de subida hasta que al fin ya pudimos ver Peña Puerta, el chorron de Viguera. Llegados a Peña Puerta no tendríamos perdón si no nos aproximábamos al cortado, al salto de agua y para allí fuimos rodeados de montañas nevadas, con sus caballitos, son sus casitas de pastores, sus pastores y este rebaño de ca.. que llevo de compañeros, pero es que suben como auténticos chotos, no se que se meten por la mañana, ¡joder!, pero oye, a mi que no se me note, yo sigo hablando y sonriendo.
Con estas, nos asomamos al cortado con cuidado y mucho ojo, "que aquí no hay botón de deshacer". Tras pasar por la visión espectacular del salto de agua aún nos quedaba lo mejor, el túnel de lavado, una senda muy poblada de vegetación baja que prometia ducharnos con el rocio de la mañana, pero teníamos sorpresita, como estábamos rodeados de nieve la flora no albergaba agua en sus hojas sino nieve que como blanca espuma nos prometía abrillantado y pulido por el mismo precio, y MIERDA que fría esta la dichosa nieve, menos mal que fueron unos escasos 50 metros aunque existen malas lenguas de que al menos fueron 200 metros , y aquellos que están acostumbrados a mentir con otras medidas dijeron que a lo mejor eran hasta 1km, todo mentira.

Tras eso salimos a la pista de Cerroyera y para abajo y tranquilos, ya teniamos nuestro primer huevo en el bolsillo.

Al llegar al primer punto de escape, kilómetro 11 y antes de acometer el siguiente huevo,...esto, ...no se como expresarlo...., bueno, ..., el caso..., vamos que empazamos a pensar en Nacho, en su querido hijo, nos los imaginábamos en el merendero, haciendo huevitos, con chorizito, calentitos, vamos, que nos lo pensábamos mejor y que nos fuimos para casa, ale, al merendero y a almorzar, Peña Bajenza y el Iregua bien merecen otra excursion.

A la hora convenida y bajando por carretera Soria ya vimos al resto del grupo que por prescripciones facultativas o con facultad, les habían imposibilitado acompañarnos, me refiero a Manu & Cia, una pitada y ale a ayudar a Nachicote, que estará manejando el solito la huevada con chorizo.
Ya en el merendero,. una delicia y un gozo y es que si los huevos con chorizo y panceta están bien, el resto de material de importación no desmerece, los pimientos de Navarra, la cecina de León y oye, como no, el salchichón de jabalí, que de lo que se come se cría.

En fin, todo redondo, y lo mejor, es que nos queda completar la ruta.
PD: Nacho solo se te puede perdonar tu ausencia por el arte que tienes con las manos en la cocina, y allí donde las pongas. Eres un crack.